miércoles, 16 de noviembre de 2011

Fotorreceta: Falafel con salsa de yogurt

El falafel es un plato típico de la cocina árabe. Lo podemos probar en cualquier restaurante de este estilo, aunque los venden incluso en los locales de comida rápida Döner Kebab. Este plato es, al fin y al cabo, croquetas de garbanzos. Con muchas especias y rebozadas con harina, se pueden cocinar fritas o en el horno.

La receta en sí no es difícil, pero hay ciertos trucos que hay que conocer para que salga bien. Suponemos que, con la práctica, cada vez van saliendo mejor. Os contamos cómo ha ido nuestra primera experiencia.


Ingredientes para 2 personas

-400 gr de garbanzos en conserva
-Una cebolla pequeña picada
-Una cucharadita de cilantro
-Una cucharadita de comino
-Harina
-Aceite
-Sal
-Pimienta
-Una lima

Los garbanzos podemos comprarlos secos, pero debemos dejarlos en remojo la noche anterior para que se reblandezcan. Lo bueno de comprarlos en conserva es que no hay que esperar.

De la lima, necesitamos la ralladura (rallamos la corteza) y el zumo.


En el caso del comino y el cilantro, nosotras encontramos en El Corte Inglés un bote de especias variadas especiales para comida árabe. Entre otros, llevaba estos ingredientes y le da un toque más aromático.


En primer lugar, ponemos los garbanzos junto con la cebolla picada, las especias y la ralladura y el zumo de la lima en la batidora. Le añadimos una cucharadita de sal. Lo batimos bien para que quede hecho una pasta.



El resultado es una masa más o menos homogénea, bien triturada y consistente. Si algún garbanzo se ha quedado entero, lo aplastamos con una cuchara.


Con esta pasta haremos los falafeles. En una superficie limpia y donde tengamos espacio para trabajar (por ejemplo, una bandeja o la mima encimera) ponemos harina y hacemos pequeñas bolitas con la mezcla para rebozarlas después bien con harina.


Podemos aplastarlas si queremos, la forma no importa porque se suelen hacer de tal manera que el exterior queda duro y el interior blando.


En teoría, el truco reside en este paso. Pusimos las croquetas en la sartén, con un resultado bastante horrible: se cocieron y deshicieron al momento. En la siguiente tanda, nos dimos cuenta de que la masa va tomando mejor forma y se va endureciendo pasado el tiempo.

Por lo tanto, es recomendable que la mezcla repose (bien en la nevera o a temperatura ambiente) durante una media hora. De esa forma, no se destrozarán las bolas cuando las echemos a la sartén con abundante aceite.


El aceite debe estar bien caliente y las freiremos a fuego medio, un par de minutos por cada cara para que no se abrasen. ¡Cuidado porque salta mucho y nos puede hacer daño!


Los retiramos de la sartén ¡y listo! El falafel suele comerse acompañado con salsa de yogurt y pan de pita. Hoy nosotras hemos sustituido el de pita por el pan indio (pappadums), una variedad que se introduce en aceite hirviendo unos segundos y queda muy crujiente.

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