viernes, 9 de marzo de 2012

Fotorreceta: Albóndigas de lentejas

Esta receta es parecida a la del falafel, pero más que nada por el procedimiento. En cuanto al resultado y al sabor no tienen nada que ver.

Este plato original de la cocina india, es muy fácil y rápido de hacer. Últimamente se ha generalizado mucho en occidente y podemos encontrarlo en la gran mayoría de restaurantes vegetarianos o veganos.


Ingredientes para 4 personas

- 400 gr de lentejas cocidas
- 1 cucharada de perejil
- 1 cucharada de jengibre en polvo
- 1 cucharada de comino
- 2 huevos
- 120 gr de harina
- Sal y aceite

En la receta original, debemos incluir 2 hojas de laurel. Si no tenemos, no hay mayor problema, el sabor variará, pero no es en absoluto malo.

Podemos comprar las lentejas cocidas directamente. Si no, hay que dejarlas en remojo la noche anterior hasta que queden blandas.


Lo primero que debemos hacer es triturar las lentejas junto a las hojas de laurel si vamos a usarlas. En el robot de cocina o a mano (mortero en mano), como prefiramos. Si no tenemos robot y nos vemos obligados a hacerlo a mano, no debemos preocuparnos. Tardaremos mucho más, pero siempre se quedará alguna lenteja entera y le da un toque muy interesante.


Una vez hecho esto, añadimos la sal, el perejil y las especias. Echamos el jengibre en polvo, pero como no teníamos comino usamos la combinación de especias que pusimos anteriormente en la receta del falafel, que contiene comino entre otras.


Batiremos un poco con un tenedor los huevos en un cuenco más pequeño para que nos sea más sencillo incorporarlos a la pasta.


Luego debemos añadir los dos huevos y la harina y removerlo todo bien hasta que consigamos una pasta consistente. Hemos leído en varios sitios que puede quedar más líquida y que, en ese caso, deberíamos seguir añadiendo harina, pero no nos ocurrió nada parecido.



Con esta pasta podemos freírlas ya, pero preferimos taparlas bien y meterlas en la nevera una horas para que la masa cogiese fuerza y cuerpo y no arriesgarnos a que se destrozasen una vez fuésemos a echarlas a la sartén.


Hay que hacer pequeñas bolas con las manos o también hacerlas en forma de hamburguesa.


Cuando las friamos, debe ser con el aceite muy caliente y abundante. Lo hacemos como si fuesen albóndigas de carne, dando vueltas hasta que veamos que están bien hechas (el color cambia totalmente).



¡Y listo! Podemos acompañarlas con cualquier salsa, aunque hemos leído que la más apropiada es la salsa de tomate con ajo y cebolla. En Directo Al Paladar explican cómo hacerla.

domingo, 22 de enero de 2012

Fotorreceta: Pollo con calabacín

El pollo bien pega con todo...y en esta ocasión hemos decidido hacer pollo con calabacín. Como pasa en la mayoría de las recetas, hay infinidad de formas de hacer este plato y, como siempre, hemos cogido un poco de cada forma que nos han contado o hemos leído y lo hemos hecho a nuestra manera. Podemos usar otro tipo de verduras o añadírselas a esta receta, según el gusto.


En primer lugar, cortaremos el calabacín en rodajas y lo pondremos en una cazuela con aceite muy caliente en el fondo. Es importante que no echemos demasiado aceite, solamente una o dos cucharaditas, porque en este tipo de guisos mata completamente el sabor de la salsa.



Mientras, iremos cortando el pollo en tiras hasta que veamos que el calabacín empieza a ponerse un poco más blando. En ese momento añadimos el pollo y lo vamos removiendo todo poco a poco hasta que el color del pollo pase de rosa a blanco. Si nos gusta más crujiente, podemos dejar que se tueste un poco por fuera, pero teniendo cuidado de que el calabacín no se convierta en una pasta.


En ese momento, echamos el caldo de pollo. Debemos haber disuelto previamente la pastilla de caldo dentro de medio vaso de agua muy caliente o hirviendo.

Lo dejamos que cueza tapado unos minutos y le añadimos el jugo del limón. Si solo queremos que tenga cierto aroma a limón, con un par de cucharadas basta (menos de medio limón), pero si preferimos que tenga también más sabor, le añadiremos el equivalente a un limón entero. La cantidad puede variar según el pollo que estemos usando y según cómo nos guste, ese tipo de cosas es mejor hacerlas a ojo.

Dejamos que siga cociendo destapado unos minutos hasta que veamos que el pollo y el calabacín han reducido el caldo casi totalmente y han tomado una buena consistencia. ¡Y listo!



sábado, 7 de enero de 2012

Fotorreceta: Solomillo con hojaldre y ensalada de gulas

Esta es otra de las recetas que hemos comido en casa durante las vacaciones de Navidad, solomillo con hojaldre. Es un plato bastante sencillo de preparar, pero el resultado es impresionante.

En primer lugar, debemos sellar el solomillo. Lo salpimentamos y calentamos el aceite en la sartén lo máximo posible para poder echarlo y que se selle bien haciéndolo por los dos lados.




Cuando lo saquemos (seguirá crudo por dentro) lo untamos con el pâté o el foie por encima y por debajo.



Desenrollamos el hojaldre y lo ponemos sobre la bandeja del horno. Normalmente cuando lo compramos en el supermercado viene envuelto con un papel especial que se utiliza para hornear. Lo bueno de este material es que no se quema, o sea que podemos dejarlo debajo y usar ese mismo para cocinarlo.

Lo extendemos y colocamos el solomillo sobre él.



Con cuidado de que no se nos rompa, envolvemos el solomillo con el hojaldre y cerramos los extremos apretando bien con los dedos.



Recomendación: El hojaldre en el horno se hincha... por lo que podemos pincharlo con un tenedor (sin llegar al solomillo) por varios sitios para evitar que esto pase y que, a consecuencia, se rompa.


Batimos un huevo y "pintamos" el hojaldre con un pincel o brocha de cocina para que se dore y le dé más sabor.


Una vez hecho esto, lo metemos en el horno, que debe de precalentarse a 180º durante unos 15 minutos. El tiempo que necesita el solomillo para hacerse bien es de una media hora, pero depende del tamaño. Normalmente estará hecho cuando veamos que el hojaldre se ha dorado bien.

Mientras, podemos ir haciendo el acompañamiento. Queda muy bien con una ensalada o un puré de patatas. La ensalada que elegimos fue de escarola, gulas, tomate y gambas.



Cuando lo retiremos del horno, lo dejamos enfriar un poco para que el hojaldre no se destroce y lo cortamos después con un cuchillo afilado. ¡Y listo!





lunes, 2 de enero de 2012

Delicatessen

Todos tenemos un lugar personal, especial, predilecto, casi secreto... un lugar donde hemos pasado horas y horas, donde hemos visto correr al tiempo y donde hemos compartido los mejores momentos con un puñado de personas que han marcado una época de nuestra vida. Para mí es el pub Delicatessen o, como por aquí se lo conoce, "el Deli"


Se encuentra en Ávila y, además de ser uno de los rincones más originales de la ciudad, podemos decir que es también uno de los más auténticos en los que he estado nunca. A pesar de los cambios, las reformas y las novedades constantes, el espíritu del Delicatessen no se corrompe, siempre ha sido y será un lugar acogedor en el que pasar ratos interminables, tanto con un café por las tardes como con una copa por las noches.


Y es que ofrecen una amplia carta de cafés, batidos tartas y tés por las tardes para convertirse unas horas más tardes en un pub para compartir unas copas con nuestros amigos.




Pero lo que más llama la atención del Deli es, sin ninguna duda, su decoración. Delicatessen es sinónimo de original, de antigüedad, de auténtico, llamativo, genial, inigualable. Desde que entramos por la puerta (con el salón en el techo) hasta el último rincón. ¡La visita es obligada!


 




viernes, 30 de diciembre de 2011

La Casa de las Labores

En Cookies & Planes siempre intentamos mostraros rincones del mundo que vale la pena visitar (y ver, por supuesto), por eso hoy os traemos un reportaje sobre una pequeña tienda llamada La Casa de las Labores. Se encuentra en Ávila, Castilla y León.


 Se trata de una tienda especializada en Patchwork, una técnica de costura que consiste en elaborar diseños a partir de la unión de trozos de varias telas diferentes y que se ha convertido en un arte en toda regla. De hecho, su dueña imparte clases a quienes quieren iniciarse o perfeccionar su habilidad en el Patchwork. Esta técnica americana se puso de moda hace unos años y, aunque no muchos conocen su nombre, todos hemos visto en alguna parte una colcha, un cojín o una manta que hayan sido elaborados a partir de ella.

Pero Mercedes y sus alumnas (que cada vez son más) han querido ir más lejos. En su taller no solo hacen colchas, sino que crean todo tipo de complementos y útiles a partir de los diseños de su profesora. Tanto se han adaptado que incluso algunas han cosido fundas para sus iPad, eBooks o móviles.

También hacen muñecos, calendarios, mandiles, bolsos de viaje, bolsas, alfileteros...






Pero allí podemos encontrar más cosas si el Patchwork no es lo nuestro. Todo tipo de telas, hilos, agujas, metros, tijeras, utensilios para el corte y la confección, petit point, botones, bolillos, lanas, costureros... Incluso artículos para bebé como cambiadores, bolsitas, etc. Además, Mercedes hace bordados por encargo, perfecto para regalos de recién nacidos o bautizos.




Si somos aficionados a coser, lo queremos ser o queremos hacer un regalo bonito y original, aquí lo podremos encontrar sin ningún problema. Una vez entras, ¡es imposible no llevarte nada! Además, la dueña decora los escaparates de su tienda acorde con la época del año.










Por todo esto, os animamos a conocer La Casa de las Labores. Muchos clientes viajan a Ávila desde Madrid, Segovia y otras ciudades cercanas solamente para comprar las telas (que nunca son iguales, cambian continuamente) y las herramientas de costura o simplemente para pedir consejo a Mercedes o apuntarse a sus clases. ¡No os quedéis sin visitarla!



¿Dónde está? Calle las Madres, 16. 05001, Ávila. ¡Mira aquí!
Contacto: 920 25 14 24
Web: http://patchworkenlacasadelaslabores.blogspot.com