miércoles, 27 de julio de 2011

Fotorreceta: Sushi de andar por casa

El sushi es un conocido plato japonés cuya base son el pescado, el arroz y las verduras. Hay muchos tipos de sushi y el número de ingredientes que podemos utilizar es infinito.

Pero hoy solamente haremos makizushi, más conocido como makis, y también probaremos con los nigirizushi o nigiri.

Así como la elección de los ingredientes es completamente libre y podemos usar prácticamente de todo, hay algunos utensilios de cocina indispensables sin los que no podremos cocinar el sushi, por lo que es recomendable tenerlos si queremos un buen resultado.



Utensilios de cocina


-Un cuchillo muy afilado *
-Una olla con tapa *
-Una esterilla (makisu) *
-Un abanico

*Indispensable




Ingredientes para cuatro personas


-250gr de arroz sushi
-Sal
-Azúcar
-Vinagre de arroz
-5 hojas de alga nori
-Pescado crudo
-Verduras crudas
-Wasabi (para aquellos a quienes les guste el picante)

En este caso hemos usado un filete de atún y salmón, pero también es muy común emplear palitos de surimi, langostinos, pez espada, dorada, caballa... e incluso atún en conserva, si nos vemos en un apuro y no tenemos pescado.

Es muy recomendable congelar el pescado unos días antes de utilizarlo, ya que no lo vamos a cocinar y puede contener bacterias o incluso parásitos peligrosos para nuestra salud.

Las verduras de esta receta son la zanahoria y el aguacate. Podemos usar rábano, pepino, etc.

Primer paso



Debemos lavar el arroz unas 6 ó 7 veces hasta que consigamos que se quite todo el almidón posible. Una de las formas más sencillas es colocarlo en un colador, como en la foto, e ir removiéndolo con las manos, cambiando el agua hasta que ésta salga limpia.

El arroz para sushi es muy pastoso porque es una comida que precisa mucha consistencia. Notaremos que cuanto más se moja, más difícil es de manejar.




Una vez lo hayamos lavado, lo ponemos a cocer en una olla con 500ccl de agua. Hay que llevarlo a ebullición y taparlo en ese mismo momento durante 15 minutos. Cuando haya pasado ese tiempo, lo dejaremos reposar otros 15 minutos sin levantar la tapa de la olla.

Mientras se cuece, podemos ir cortando en tiras la verdura y el pescado.


El aguacate tiene una sencillísima forma de abrirse. Con un cuchillo afilado, haremos un corte de arriba a abajo, rodeando toda la fruta tocando el hueso. Lo separamos con las manos y retiramos el hueso.

En cuanto a la piel, con una cuchara. La introducimos entre la carne y la piel de la fruta y la rodeamos hasta que se haya separado. Con las manos lo separaremos sin ninguna dificultad.





Segundo paso

El arroz sushi necesita un aderezo para poder usarse. Se prepara con el vinagre de arroz, el azúcar y la sal.

En una cazuela pequeña echamos unos 40ccl de vinagre de arroz (unas tres o cuatro cucharadas), le añadimos una cucharada de azúcar y otra de sal.



Lo colocaremos a fuego lento y lo iremos calentando la mezcla mientras la removemos con una cuchara de madera hasta conseguir que sea un líquido uniforme.

Hay que dejarlo enfriar, pero no demasiado, porque se convertirá en una pasta y no podremos echarla al arroz.





El arroz debemos extenderlo sobre una bandeja de madera, preferiblemente, pero no pasa nada si es de plástico.

Le echamos el aderezo y lo removemos bien, para que se mezcle. Como hemos puesto al principio, necesitamos un abanico, aunque no es indispensable.

Éste permite que, al ir abanicando el arroz mientras lo removemos, se vaya enfriando mucho más rápido, ya que no podemos hacer los makis con el arroz caliente aún.




Tercer paso

Es el momento de hacer los 'rollos' de sushi, de los que luego sacaremos los makis.

En primer lugar, debemos poner el alga nori sobre la esterilla, de manera que la parte brillante esté hacia abajo y las líneas del propio alga coincidan con las del makisu.


Nos habían dicho que cubrir la esterilla con papel film evitaba que se ensuciase demasiado, pero nos ha parecido una pérdida de tiempo. No cuesta nada lavarla y, además, entorpece bastante a la hora de enrollar el alga.

Una vez esté colocado bien, extenderemos el arroz, dejando más o menos un centímetro libre en la parte superior. Es importante no echar demasiada cantidad, pues puede ocurrir que no seamos capaz de cerrarlo o que los makis sean demasiado gruesos. Nos ayudará mucho tener cerca un cacito con agua para ir mojándonos las manos, pues con ellas secas la manipulación del arroz es bastante complicada.


Haremos un surco en la parte inferior, de un lado al otro, para poder poner el contenido del maki ahí. A quienes les guste el wasabi, pueden untar el surco con él antes de meter el pescado y la verdura.


No hay una forma específica de hacerlo, pero conviene que el surco no esté en el centro, sino a unos dos dedos del principio. Con el índice podemos hacerlo fácilmente, además de que nos ayudará para calcular el tamaño del surco, ya que con un dedo es suficiente.




Cuando consideremos que la pieza está hecha, es el momento de enrollarlo. Ayudándonos con la esterilla, iremos enrollando poco a poco, presionando (aunque no demasiado para que no se rompa el algo, porque son muy resistentes pero pueden desgarrarse).


El tramo final que dejamos sin cubrir con el arroz debemos mojarlo con agua para que se pegue al otro extremo y consigamos cerrarlo bien.

Repetimos la operación con todas los demás rollos y los iremos colocando en la nevera.


Con el arroz que nos sobró, nosotras hicimos pequeñas bolitas con las manos y colocamos un poco de salmón encima, a modo de nigiri. Hay quienes le colocan una tira de alga alrededor para sujetarlo mejor, pero se sostenía bastante bien.


Cuando los rollos estén fríos, utilizaremos un cuchillo muy afilado para cortarlos y convertirlos así en makis.

Es importante que el cuchillo esté tan afilado y los rollos estén fríos, ya que si no, nos costará mucho cortarlos y pueden quedar totalmente destrozados.

¡Y listo! El sushi suele comerse con salsa de soja, wasabi y un poco de jengibre en conserva... pero con la soja basta para esta versión de andar por casa.



miércoles, 20 de julio de 2011

Fotorreceta: Gazpacho

Cuando hace calor, una muy buena opción para refrescarnos y comer sano es el gazpacho. Compuesto esencialmente por aceite de oliva, verduras crudas y pan, este tradicional plato es perfecto para acompañar las comidas o para constituir uno en sí mismo.

Está claro que en cada casa se cocina de una manera, pero esto se nota mucho más en el gazpacho. Es muy raro que comamos dos iguales, ya que los ingredientes varían según el gusto del cocinero. Hay quienes le añaden cebolla, pepino, zanahoria, calabacín e incluso huevo.

Hoy cocinaremos un gazpacho muy simple y muy suave.


Ingredientes para dos personas

-Dos o tres tomates
-Medio diente de ajo
-1/4 de pimiento verde
-Un trozo de pan del día anterior
-Aceite
-Vinagre
-Sal
-Un vaso de agua fría

En primer lugar, cortaremos el ajo por la mitad, los tomates en cuatro partes cada uno y el pimiento. Según nos guste su sabor, podemos poner más o menos, ya sea el diente de ajo entero o la mitad del pimiento.




Pondremos dentro de la batidora el trozo de pan y el resto de las verduras.


Después pondremos también el vaso de agua fría, dos cucharadas de aceite, un chorrito de aceite y la sal.



Si vamos a añadirle más cosas, es el momento. Si no, le pondremos la tapa y lo batiremos durante unos minutos, hasta que notemos que se ha convertido en líquido.


Cuando lo hayamos conseguido, lo debemos probar. Normalmente falta un poco de sal o de vinagre y no habrá que añadirle ninguna verdura más, a no ser que no esté lo suficientemente rojo, en cuyo caso echaremos otro tomate.

Si le añadimos algo más, lo volvemos a batir para que se mezcle bien y lo paramos. Hay gente que no lo hace, pero si no nos gustan los grumos o 'tropezones', lo colaremos.


Si lo vamos a comer varias horas después, con meterlo en la nevera será suficiente, pero si va a ser en menos de una hora, le pondremos unos cuantos hielos (no demasiado grandes para que no quede acuoso) y a la nevera. En unos diez minutos estará frío. ¡Y listo!


domingo, 17 de julio de 2011

Fotorreceta: Tortitas americanas

Las tortitas americanas (pankakes) son un dulce que normalmente se come como postre o pueden constituir un desayuno en sí mismas. Mucho más gruesas y consistentes que las crepes, suelen servirse aquí en España en locales dedicados a la comida americana.

Las tortitas son muy fáciles y rápidas de hacer, además de poder acompañarlas con cualquier cosa que nos guste como nata, fruta, chocolate, etc. Además, podemos añadirle a la masa sabores alternativos. En este caso, hemos utilizado un poco de canela.


Ingredientes para 2 personas

-2 huevos
-250 gr de harina
-2 cucharadas soperas de azúcar
-1/2 sobre de levadura
-250 ml de leche
-Una cucharadita de sal
-Mantequilla
-Canela, vainilla o chocolate en polvo

Rompemos los huevos y los echamos en un bol. Hay que tener cuidado porque a veces al romperlos algún trocito de cáscara cae dentro. De ser así, lo retiramos y listo, pero nunca está de más comprobarlo antes de batir.

Los batimos durante unos minutos hasta conseguir un líquido homogéneo. Podemos hacerlo con un tenedor, pero tardaremos mucho menos con unas varillas.



Le añadimos la leche, la harina, el azúcar, la levadura y la pizca de sal y lo mezclamos bien. La masa no debe quedar demasiado pastosa, pero tampoco demasiado líquida. Si vamos a poner también canela o alguna otra cosa, lo echamos y lo seguimos moviendo.


Hay que asegurarse de mezclarlo bien para que no queden grumos. Podemos utilizar la masa tal cual, aunque también podemos pasarla por un colador antes de usarla.


Antes de calentar la sartén, la engrasamos bien con mantequilla. El tamaño da igual, pero es aconsejable que tenga el tamaño que queremos que tengan nuestras tortitas, así tan solo tendremos que echar la masa y darle la vuelta.

De ser muy grande, es fácil que calculemos mal si no tenemos práctica y acabemos con unas crepes algo extrañas en nuestro plato.

Una vez engrasada, calentamos la sartén y ponemos la mezcla para la primera tortita. 


Las tortitas suelen ser gruesas, pero echaremos según nuestro gusto, teniendo en cuenta que la mezcla contiene levadura y aumentará un poco el grosor mientras se vayan haciendo. Es bueno utilizar una cuchara de madera e ir repasando los bordes para que nos sea más sencillo darles la vuelta.

¿Cuándo debemos hacerlo? Notaremos que la tortita va tomando forma y que van saliéndole agujeritos a la masa. Es el momento de hacerla por el otro lado.


Una vez hecha por los dos lados, la retiramos y la ponemos en un plato. Para la siguiente tortita es aconsejable que volvamos a engrasar la sartén si no queremos que se nos queme. Como ya está caliente, con echar un poco de mantequilla y deslizarla por su superficie con la cuchara de madera es suficiente.

Repetiremos lo mismo con cada tortita hasta que gastemos la masa ¡y listo! No importa que la primera nos salga mal, cuantas más hagamos mejor nos quedarán.