jueves, 3 de noviembre de 2011

Fotorreceta: Pollo a la cerveza

El pollo a la cerveza es una de las recetas más conocidas de la cocina belga. Y es que la cerveza, aparte de ser la bebida por excelencia de muchos países, tiene un uso culinario más extendido de lo que se cree. Normalmente se emplea para hacer salsas o macerar carne, para freír y darle más jugo a la cebolla, etc.

Cuando estuvimos en Brujas, probamos un pollo asado que llevaba una salsa de cerveza impresionante... pero hay muchas formas de llevar a cabo esta receta. Hoy haremos una de las más fáciles y rápidas.


Ingredientes para 2 personas
-4 pechugas de pollo
-Una lata de cerveza
-Una cebolla
-Aceite de oliva
-Sal y pimienta
-Caldo de pollo (puede ser Avecrem)
-Pimentón


Lo primero que debemos hacer es salpimentar el pollo. Nosotras utilizamos contramuslos y la piel queda muy crujiente, pero hay a quien no le gusta. Mejor que quitarla, ¡usad pechugas!

Debemos cortar la cebolla en trocitos y poner el aceite a calentar en una cacerola mediana. Con que cubra el fondo es suficiente, porque si no, no se juntará bien con la cerveza.


Ponemos la cebolla en el aceite ya calentado hasta que se dore y, una vez haya cogido buen color, añadimos el pollo (con cuidado, que suele saltar).


Podéis hacerlo con el fuego fuerte pero quizá sea mejor a fuego medio, ya que se hará mejor por dentro aunque tarde algo más. Con un par de vueltas a cada trozo quedará bien doradito.

Mientras, podemos ir haciendo el caldo de pollo si lo tenemos en pastillas. Una forma muy fácil es calentar agua en un vaso y disolver la pastilla dentro.



Ahora añadiremos un poco de pimentón, que le da muy buen sabor. Retiramos un momento la cazuela del fuego, lo echamos, removemos y volvemos a ponerlo sobre la placa.


Y luego le echaremos el caldo y la cerveza. No importa la marca, pero cuanto más tostada más fuerte será el sabor. El grado de alcohol no condiciona en absoluto, ya todo se disolverá a consecuencia de la cocción. Hay algunas recetas que en este paso añaden también coñac.




Lo tapamos y lo dejamos cocer unos 25-30 minutos hasta que el alcohol se haya evaporado y el pollo se haya hecho totalmente.

No os asustéis de que salga humo (es normal estando tapado), pero podemos levantar la tapa cada diez minutos para vigilarlo si nos quedamos más tranquilos.

El objetivo es que el pollo, la cebolla y la salsa asimilen bien la cerveza y el caldo.


¡Y listo! Apagamos el fuego y lo sacamos. El olor y el sabor son impresionantes, por no hablar del aspecto.

Hay muchas opciones para el acompañamiento, suele tomarse con arroz, verdura o patatas fritas.

1 comentario:

  1. Otra receta para incorporar a mis menús, deliciosa y fácil de hacer :)

    Saludos

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